Como siempre ocurre con la derecha ultramontana y casposa, la anécdota se tranforma en sustancial y lo realmente importante se relega a un segundo plano.
La viñeta y su posterior comentario nada tienen que ver con la particular situación del señor Martín, entre otras cosas porque el autor de estas líneas desconocía por completo lo ocurrido con el ex-diputado, de hecho siempre hago referencia a su artículo y en ningún momento a su circunstancia vital.
El hecho de utilizar a Forrest Gump es absolutamente casual y debido únicamente a lo pertinente de su frase: "Mi mama dice que tonto es el que dice tonterías."
Comprobarán que una vez he sido sabedor de su accidente he procedido a retirar su cara de la viñeta.
Manolo, deseo fervientemente que tu estado de salud haya evolucionado favorablemente y que hayas superado totalmente las secuelas de aquel desgraciado episodio.
Sigo opinando lo mismo de tu artículo y de la nefasta gestión que tu partido lleva desarrollando desde hace años en la Comunidad Valenciana.
Un cordial saludo desde la más absoluta de las discrepancias.
La burda perversidad de los medradores del PP resulta patética, ridícula. Pretender cargar con la responsabilidad de la creación de empleo a los sindicatos es absurdo, sin embargo, Manuel Martín intenta, en un
"ladrillaco" publicado en "El informal", tergiversar la realidad para desviar la atención de aquellos que realmente no solo no crean empleo, si no que lo destruyen, Alberto Fabra y sus secuaces.
Tras años de despilfarros megalomaniacos de dinero público, con las arcas vacías y habiendo pedido el "rescate" para la Comunitat Valenciana ha llegado el momento de aligerar los compromisos económicos y, como siempre hace la derecha, su solución es despedir trabajadores, en este caso empleados públicos.
Pretende Manuel Martín, inventar una especie de conjura y dice que "pasado el veranito, veremos a estos cómplices del paro movilizar a sus
bases para tomar la calle y desgastar al Partido Popular". Como si la ciudadanía necesitase de los sindicatos para echarse a la calle antes las constantes agresiones de estos esbirros del neoliberalismo.
Esperamos que de esta manera puedan ver que existen otras opiniones y que no todo es tan bonito como ustedes pretender hacernos creer.
Muchas gracias por cambiar de actitud.