lunes, 14 de noviembre de 2011

PRIMA DE RIESGO, CONFIANZA Y PPSOE.


Era previsible, si la confianza surge de la verificación de una trayectoria, de unos hechos y de unos planteamientos, no cabía otra posibilidad, los "mercados" no confían, y me da la sensación de que nunca lo harán, en un estado gobernado por unos políticos capaces de hipotecar el futuro de sus compatriotas por unas palmaditas en la espalda y unas mentiras piadosas.

La confianza es algo que tarda mucho tiempo en consolidarse y nadie en su sano juicio, y con la clara intención de ganar dinero de una forma segura, apostaría por un país cuyo futuro presidente de gobierno, mientras estuvo en la oposición, viendo como su país entraba en la más grave crisis desde la guerra civil, se dedicaba a frotarse las manos pensando en como esta deplorable coyuntura le ayudaría a llegar al poder.

Difícil, por no decir imposible, es confiar en un partido, el PP, que en las comunidades autónomas donde gobierna deteriora de un modo casi irrecuperable servicios imprescindibles como la educación, la sanidad y los servicios sociales. Un PP salpicado por casos de corrupción como en las Baleares (Palma Arena tan de actualidad gracias al señor Urdangarín) o en la Comunidad Valenciana (Gürtel y Brugal), habituado al despilfarro absurdo y obsceno como en el caso del Aeropuerto de Castellón o las Torres de Calatrava en Valencia y que, como en el caso valenciano, es capaz de arruinar todas y cada una de las empresas públicas, Canal Nou, Emarsa, Ciegsa, FGV, etc, etc.

Claro que, si resulta difícil confiar en el PP, hacerlo en el PSOE resulta prácticamente imposible. Un PSOE que negó las más radicales evidencias de la crisis de un modo enfermizo, actitud que hizo postergar la toma de medidas para paliar la recesión y que al final acentuó aun más los efectos de la crisis. Un PSOE que no dudó en traicionar a sus votantes llevando a cabo las reformas más antisociales que se recuerdan. Un PSOE responsable de cinco millones (5.000.000) de dramas, responsable de los desahucios de trescientas mil familias que por su inoperancia, por su incapacidad y por su evidente falta de acción y sensibilidad. 

Confianza y Rubulcaba son términos casi antagónicos. ¿Quién puede confiar en alguien que desde el gobierno hace lo que no prometió, rehace lo que deshizo o que, ya siendo candidato, promete lo contrario de lo que ha hecho o aquello que ha podido hacer mientras ha estado en el gobierno? Los "mercados" no, desde luego.

Así, a pesar de haber reformado la hasta entonces intocable Constitución para conseguir la confianza de los "mercados", la prima de riesgo de la deuda española ha alcanzado su máximo histórico, 532 puntos básicos sobre el diferencial alemán.

Y si la confianza es algo tan difícil de conseguir, ¿por qué los ciudadanos de este país siguen confiando en estos partidos?

El próximo domingo tenemos la oportunidad de dar la espalda a aquellos que han olvidado a quienes representan, a aquellos que no respetan a quienes les han otorgado su confianza y los han elevado a sus cargos. 

Es el momento de  que los ciudadanos razonables y coherentes se hagán oir.

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